Sebastián Grassi se pone la camiseta del Tribunal de Penas de la Liga Pringles. Estará acompañado por Alba Fernández y Cristian Cayssials.
«Fue un acuerdo con los clubes, y tengo dos personas que me acompañan para dar inicio al campeonato».
Las palabras son de Sebastián Grassi, quien ya fue parte del Tribunal de Penas desde el 2014 al 2016, aquella vez acompañado por Campbell y Soto; y hoy retoma junto a la colaboración de Alba Fernández y Cristian Cayssials.
«Cuando me volvieron a llamar para ver si quería agarrar en la Liga Pringles, pensé en que no es la única institución que tiene dificultades. Siempre tiene que haber personas con predisposición para agarrar esa posta, y me gustan los desafíos, siempre me pongo al hombro cuestiones difíciles de revertir. Me gustan los desafíos, me llamaron, dije que sí y espero hacerlo de la mejor manera» aseguró.
El futbol liguista pondrá primera este fin de semana, y estaría todo perfecto para que la pelota comience a rodar, merced a las reuniones entre los clubes y la presidente.
«Está Claudia (Cortadi, presidente) que tiene ganas. Y cuando hay una persona que tiene ganas, hay que aprovecharla».
Consultado por su labor, donde siempre se generan cuestionamientos ante los fallos, explicó: «el fútbol genera esas pasiones y alguien con quién se insultan en la cancha, capaz lo encuentra al otro día en la panadería».
«A veces es difícil no enojarse con una mala decisión de un árbitro o lo que dicen de afuera, pero ese enojo tiene que quedar adentro de la cancha. Y tienen que entender los clubes, dirigentes, técnicos y futbolistas que hay un tribunal y un reglamento que dice cuáles son las penas» agregó.
El Tribunal, actúa según el informe que eleva el árbitro de cada cotejo.
«Somos la visión del arbitro para sancionar, y nos guiamos por lo que dicen los informes de los árbitros. Pero los descargos también son importantes para escuchar y tener una sanción que sea equitativa».
«Sabemos que no siempre van a estar todos de acuerdo con las sanciones que existen, pero uno se tiene que aferrar a lo que dice la letra (el reglamento) y el árbitro» finalizó.
Fuente. Diario El Orden
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