Aeroclub de Saldungaray: disponen una medida para habilitar las emergencias

El fiscal federal Santiago Ulpiano Martínez dispuso una medida preventiva, similar a una cautelar, para hacer cesar «toda turbación o impedimento para la aeronavegación» en el Aeroclub Saldungaray, inutilizado desde hace unos días tras quedar envuelto en una puja por la posesión de las tierras.

«Ese tipo de pistas son alternativas y también de uso sanitario, con las licencias correspondientes, con lo cual, de ser necesario, se debería usar», explicó una fuente judicial.

Esto se dio en el marco de la presentación que, a través del abogado Hugo Fernández, realizó la semana pasada la comisión directiva de la entidad, luego de que la familia Leturia, dueña original del predio, tomara el mismo y colocara cadenas y candados.

El Juzgado Federal Nº 1, a cargo del juez Walter López Da Silva, delegó la investigación en la Fiscalía Federal Nº 1.

En ese contexto, otra medida que ordenó el fiscal Martínez es darle intervención a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) para que investigue e informe sobre la situación de las tierras (a cargo de quién están actualmente), el estado dominial y las habilitaciones, tanto con las partes en pugna como con las autoridades oficiales.

El aeroclub aclaró que no tiene el boleto compra-venta de la propiedad aunque, junto con la denuncia, adjuntó copia del acta de la asamblea general ordinaria del 31 de agosto de 1952, donde consta que esa propiedad fue adquirida a Santiago Leturia en 36 mil pesos, así como otro terreno, para levantar el hangar, que se compró a Hipólito Tisera en 6.965 pesos.

Agregó que tienen posesión ininterrumpida desde hace más de 70 años, desde el momento que nació la institución.

La cuestión se agravó a fines de mayo, cuando los nuevos ocupantes, siempre según la denuncia, retiraron el alambrado con protección eléctrica que impedía que la hacienda vacuna en campo lindero pudiera invadir la pista y empezaron a realizar tareas con un arado en el sector aledaño.

En la presentación se informó que la pista está registrada y figura en la página web de la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y tiene habilitación no solo para la práctica deportiva y recreativa sino para vuelos sanitarios y otras emergencias, como pueden ser los incendios forestales.

«Esto genera un perjuicio personal, deportivo y a nivel de toda la población», reconoció Miguel Pérez, socio, piloto e integrante de la comisión directiva del aeroclub.

Los investigadores procuran determinar si con la acción se cometieron dos delitos, uno de corte federal, que es la obstaculización de la libre aeronavegación y el otro, provincial, usurpación por turbación.

La especie de cautelar dictada también prevé que los actuales poseedores de las tierras no avancen con ninguna actividad o la paralicen en caso de haberla iniciado.

Fuente: La Nueva.

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